Insomne

Vale, una vez más, llevo dos horas despierto. Son las 4:49 am y no consigo conciliar el sueño. Me desperté, para ir al sanitario. Y de ahí, ya no pude seguir dormido. Me salí de la cama, preparé un té de siete flores... Y escuché un poco el podcast de Ruzzarin Bros, buscando una recomendación de libro, que Diego hizo en algún segmento de la penúltima cápsula que escuché. Di con ella: "Hegel in a wired brain", de Zizek. De momento, solo lo puedo comprar en inglés para la versión digital. Maldigo no dominar el inglés. You Know.

Cuando me sentí más relajado, subí nuevamente a intentar dormir. No pude. Hay una sensación de cosquilleo en el pecho...o quizá sea el estómago que no me deja tranquilo. Es molesto, por qué no duele, simplemente se siente como si un pequeño ejército de nanorobots estuvieran teniendo una gran fiesta en tu esternón. Pongo música relajante, activando el Bluetooth de mis auriculares...esta reproducción de YouTube; promete mandarme a tierras de Morfeo en menos de diez minutos. Tampoco lo consigue. Me levanté de nuevo y me puse a escuchar musica instrumental del videojuego Zelda Breath of the Wild. Muy bonita, pero la cabeza empieza a doler; busco en los recovecos mentales de mi consciencia alguna pista acerca de mi ansiedad, pero no puedo encontrar nada; aparentemente no tengo mayores preocupaciones que las habituales. 

Un momento. 

¿Y si lo habitual, es cotidiano pero no normal?

Comienzo a escribir en una entrada de blog, pensando que quizá así, pueda descubrir, junto con el hipotético lector, que me pasa. 

Song of healing, me coloca nostálgico, pero siempre ayuda a remover cosas; por ejemplo, que a mis 38 años de edad, no me siento realizado. Tengo un buen empleo y una bonita familia, gracias a la vida por ello; sin embargo, mis sueños de ser un buen escritor yacen en alguna carpeta de mi laptop, enfermos de inconclusión. Ahora que lo pienso, debo tener alguna sección en el cerebro, acaso en la memoria, de "sueños inconclusos", o mejor, "sueños no perseguidos".

Contrario a lo que mucha gente sueña o anhela, yo no pienso en recorrer el mundo, ser millonario (aunque eso ayudaría bastante) o tener un cuerpo escultural; no; mis sueños son en resumen, fantasías de aquello que posiblemente jamás podré realmente ser: cantautor de bar, escritor local, artista creativo o acaso un streamer con cierto corte intelectual, sin llegar a ser brillante. 

Sueños que florecen en un modesto jardín, que bien puede confundirse con mediocridad, al no ser gandilocuentes. 

Soy un oficinista mas, con evidentes malos hábitos de sueño. No estoy seguro de estar criando correctamente a mis hijos. Y como esposo, a veces creo que también salgo debiendo.

Todo esto, es melancólico, cierto; quizá sea porque escucho "Fairy Fountain" en el reproductor del móvil. 

Lo que también es cierto, es que no creo recomponerme de mis frustraciones fácilmente. Tampoco podré seguir alguno de mis sueños, sin sacrificar tiempo con la familia...los procesos creativos me exigen soledad y silencio. Naturalmente, en casa y con dos críos, eso es imposible. Solo diré, que mi situación actual no ayuda mucho a tener estos espacios. 

Quizá, acumulo cadáveres de sueños no nacidos y eso me provoque este cosquilleo ansioso que va cediendo conforme escribo; quizá, como tanta gente, vendí mi alma la seductora idea capitalista, de crecer verticalmente en un empleo desagradable pero "bueno". Y ahora no veo como dejarlo sin desamparar a las personas que me importan y dependen de esos ingresos. Volverse un emprendedor que apueste todo a un talento más bien promedio en el mundo de la creatividad musical o literaria, a estas alturas de mi vida y con la responsabilidad de criar a los niños...nop. 

Jajaja, la música relajante terminó y se ponen los bunkers con "bailando solo". Así el sueño se aumenta más fácilmente. Total, ya casi son 5:30... Casi es hora de retomar la rutina, la vida diaria, el día a día. 

Así lo haré, pero posiblemente vuelva a caer en brazos de mi amada amante, la noche. Y me de tiempo de fantasear insomne con ser un puñado de sueños sepultados bajo una montaña de realidad. 

Me despido al son de "Je veux", de Zaz. 

¿Acaso sirve de algo, saber que la proporción áurea equivale aproximadamente al número 1.618? 

La inteligencia, lleva irremediablemente a la soledad.






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